FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PERDIDA DE GRASA

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Factores que influyen en la perdida de grasa

 

La pérdida de grasa es un proceso que depende de varios fundamentos básicos del cuerpo. Existen cuatro factoras, que no implican dietas rigurosas o rutinas de sobre entrenamiento. Cualquier transformación que queramos para nuestro cuerpo, requiere que conozcamos cómo funciona ante determinadas acciones. Sin embargo, es esencial contar con el apoyo de un especialista. No solo para concretar un plan de entrenamiento correcto; también, para elaborar una planificación nutricional acorde a las necesidades del organismo.

En la actualidad, existen muchos métodos diseñados para la pérdida de grasa. Generalmente, se recomiendan protocolos muy comunes como la aplicación de regímenes rigurosos de alimentación o cambios en el estilo de vida. Asimismo, cuando es una persona con obesidad y ha experimentado varias técnicas sin resultados, es muy común que se le aconseje tratar su condición como una adicción. Sin embargo, aunque abunden los enfoques, la clave está en conocer cómo funciona tu cuerpo y de qué manera lograr tu objetivo sin someter el organismo y la mente a procesos complejos. Siendo este uno de los temas más trascendentales en la actualidad.

Pérdida de grasa: cuáles son los factores clave que te permitirán lograrlo de manera adecuada

El cuerpo humano funciona de una manera específica y compleja. Para comprenderla, requiere descubrir las funciones de los sistemas internos y la interacción con los elementos externos que requiere para seguir operando. La pérdida de grasa, no debe verse como un proceso fácil, en realidad es un camino largo que necesita de la disposición mental para lograr el objetivo. Para ello, tienes cuatro factores esenciales que producen una reducción de la grasa corporal, de forma natural y saludable. Veamos cuáles son.

La pérdida de grasa comienza con el balance energético

El primer factor para perder grasa adecuadamente, está relacionado con el llamado: balance energético negativo. Es decir, lo que comúnmente se conoce como déficit calórico. Esto se basa en un fundamento lógico que establece que: si se quiere reducir grasa, hay que consumir menos calorías de las que el cuerpo utiliza diariamente. Para ello, es fundamental contar con la orientación de un especialista en nutrición deportiva. Al menos para sentar las bases de una dieta saludable diseñada para lograr el objetivo.

La proteína como pilar esencial

Una dieta equilibrada necesita la integración de grasas saludables, carbohidratos complejos, fibra, cereales y proteínas. Sin embargo, en la pérdida de grasa este macronutriente juega un rol protagónico. Es decir, ayuda a aumentar la efectividad del entrenamiento físico, favoreciendo el desarrollo de la masa muscular. Para tener una idea concreta de para que sirve la proteína, es necesario explicar que hay una diferencia abismal entre perder peso y perder grasa. La primera se debe a la reducción de musculatura y líquidos, principalmente. Por lo que ocurre una descompensación del organismo. En cambio, los aminoácidos inciden en la recomposición corporal. Por lo que los resultados son más saludables, duraderos y más estéticos.

Rutina de entrenamiento anaeróbico

Si quieres lograr una pérdida de grasa efectiva, los ejercicios anaeróbicos son los grandes aliados. La rutina aeróbica ayuda a preservar la masa muscular, pero es el de alta intensidad el que hará posible la pérdida de grasa y tonificación corporal, al mismo tiempo. En estos casos, es importante contar con un entrenador personal con el que puedas ejecutar un plan de entrenamiento equilibrado o más acorde a tus condiciones.

Descanso efectivo

De nada sirve llevar un régimen de alimentación saludable, cargado de proteínas de alto valor biológico, aplicar el déficit calórico y entrenar diariamente, si no tienes un descanso efectivo. Dormir de 7 a 8 horas, es tan importante para la pérdida de grasa, como todos los factores claves descritos anteriormente. La restricción del sueño o descansar menos de 5 horas, altera el equilibrio metabólico. Por lo tanto, incide en el incremento de la grasa visceral del abdomen. Además, bajo esta condición los lípidos no se volatilizan sino que se almacenan, generando mayor volumen al cuerpo.

 

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